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Enrique Pestalozzi

¿Quién fue Enrique Pestalozzi?

Johann Heinrich Pestalozzi (Zúrich, 12 de Enero de 1746-  Brugg, 17 de Febrero de 1827), conocido en los países de lengua española como Enrique Pestalozzi, fue un influyente pedagogo, educador y reformador suizo, que aplicó los ideales de la última Ilustración a la pedagogía.


El Método de Pestalozzi para el Desarrollo de Competencias en la Nueva Escuela Mexicana:

Las aportaciones de Pestalozzi no se limitan a la pedagogía, sino que los fundamentos de sus explicaciones tienen como base la naturalidad del ser humano, el despliegue del espíritu y, por tanto, la realización del hombre moral, con lo cual estableció un método para educar, para vivir de un modo distinto al de la época; el fin último de la educación fue el hombre social. La categoría de intuición, para Pestalozzi, es la palanca que acciona las capacidades para el aprendizaje, además, de forma anticipada a la época actual, sostiene que son tres los ámbitos de formación que requieren los niños: mano, corazón y cabeza, y aclara que son simultáneos, pero que el corazón va a impulsar a los otros dos elementos. 

El procedimiento investigativo dio inició con la delimitación del tema de investigación, el diseño del proyecto de investigación y la construcción del esquema de investigación, el cual sirvió de guía para identificar como fuentes principales de información las siguientes obras de Pestalozzi: Cómo Gertrudis enseña a sus hijos, La confianza en el ser humano, Canto del cisne y el documento Cartas sobre la educación de los niños; también hubo la necesidad de consultar otras fuentes de información para comprender las categorías planteadas por el autor y establecer vínculos con otros filósofos o estudiosos del tema.

La Naturaleza del Niño:







En su totalidad, la obra de Pestalozzi representa una actitud frente a la vida del ser humano que contiene una imagen de niño; dicha imagen funciona como marco de referencia en su pensamiento y fue defendida de forma implícita o explícita en todas sus obras, es decir, no es posible determinar la concepción de niño en una sóla obra, más bien, en todos sus escritos se pueden identificar conceptos mediante los cuales expone esa forma de pensar al niño.



Se puede decir que Pestalozzi formó su concepción de niño a partir de tres tipos distintos de referentes: el empírico, el mágico religioso y el teórico. Los referentes empíricos los obtuvo a partir de la experiencia que, mediante sus sentidos, alcanzó al observar las condiciones en que vivían los niños huérfanos y mendigos de la calle; los referentes teóricos fueron adquiridos de los planteamientos pedagógicos que hizo Juan Jacobo Rousseau, sobre todo los que se encuentran en la obra titulada El Emilio, de esta obra obtuvo la idea de que el hombre es bueno por naturaleza. Sin duda, los referentes religiosos del pensamiento de Pestalozzi fueron obtenidos mediante su formación inicial de carácter teológico. Este último referente lo lleva a concebir al niño como un ser espiritual que tiene amor y fe, por ser una criatura creada por Dios, “El amor, la fe y la libertad en un niño deben ser desarrollados primero por la madre y después por su maestro”.

Propuesta Pedagógica de Pestalozzi:

Pestalozzi sostenía que la buena educación era el camino para solucionar las contradicciones y la pobreza de la sociedad. La buena educación consistía en que los niños aprendieran a través de la actividad, con objetos, además debían ser libres de perseguir sus propios intereses y deducir sus propias conclusiones. Pestalozzi hace énfasis en la espontaneidad como una herramienta que permite a los niños encontrar sus propias respuestas; otra parte esencial de su pensamiento pedagógico fueron tres dimensiones que, según él, no podían desatenderse en el acto de educar: la mano, el corazón y la cabeza, los cuales tienen estrecha relación entre ellos, ligados, no separables ni tampoco priorizados, se tienen que dar de forma simultánea.

Pestalozzi plantea educar cabeza, corazón y manos, es decir, apunta al desarrollo de la persona, de su inteligencia, de su efecto y de las habilidades y competencias requeridas para la vida y el trabajo. Para Pestalozzi, la palabra cabeza refiere a todas las funciones mentales y espirituales que permiten discernir de manera razonada las cosas. A ella pertenecen la percepción, la memoria, la representación, el pensamiento y el lenguaje. Pestalozzi resalta que las capacidades del corazón son valiosas ya que sólo estas le permiten al ser humano alcanzar su verdadera meta: la humanización. Por ejemplo, una enseñanza que se hace con el corazón que transmite respeto, alegría, amistad y belleza, logra despertar en los alumnos el amor por lo que realizan y también el amor a la vida, entonces todo conocimiento tendrá por prioridad a la humanidad, al bien común y de todas las demás especies; los niños podrán verse íntimamente relacionados con todo lo exterior.

Pestalozzi, sostiene que, cuando se observa una madre que se distinga por el cuidado que presta a la educación de sus hijos y por el éxito que logra, se comprueba que los principios con que actúa y los medios que emplea no son el resultado de una larga indagación, sino más bien de una resolución adaptada una vez y constantemente seguida.

Para Pestalozzi el ser humano era como un libro de estudio y, sobre él, está dada su filosofía; este planteamiento corresponde con una filiación platónica, porque, con ello, se explica al alma inmortal, increada y preexistente al cuerpo que, temporalmente, ocupa, además, en el alma, se encuentra contenida la verdad, por ello, la observación, la experiencia y la reflexión fueron herramientas fundamentales en su labor.

Para Pestalozzi, la enseñanza fue clave en el desenvolvimiento del espíritu superior o moral, por ello, criticó con severidad la instrucción popular que ofrecía el Estado, la ubicaba con vacíos en la enseñanza o, más bien, con procedimientos artificiales que transformaban las leyes naturales de la enseñanza, haciéndola defectuosa y charlatana. La ausencia de reconocer que todo conocimiento debe preceder de la intuición y poder ser reconducido a la intuición fue el principal motivo del fracaso en que se encontraba la instrucción popular en el tiempo en que vivió.

Pestalozzi reconoce, en la intuición, un aspecto externo y un aspecto interno. Lo primero tiene que ver con los sentidos que se reciben del mundo, el segundo aspecto se refiere a los sentimientos y el juicio que se produce con motivo de tener tales impresiones, la intuición externa es la fuente de la interna, pero esta última da valor humano a la externa. La postura de Pestalozzi con respecto a la intuición es de concepción kantiana, ya que se afirma que el mundo exterior existe en sí mismo, pero que se nos aparece de una manera que está determinada por la naturaleza de nuestras mentes.

El Desarrollo de Competencias en la Nueva Escuela Mexicana:

Desde diciembre del 2012, en México, la Secretaría de Educación Pública (SEP) inició el proceso que acompañó a la Reforma Educativa, mediante la revisión al Modelo Educativo vigente en su conjunto, incluidos los planes y los programas, los materiales y los métodos educativos, mediante la realización de foros regionales de consulta y reuniones nacionales. Con estas aportaciones, en julio de 2016, la SEP presentó un planteamiento para la actualización del modelo educativo, compuesto de tres documentos: Carta sobre los fines de la educación en el siglo XXI, el Modelo educativo 2016 y propuesta curricular para la educación obligatoria 2016 (SEP, 2017, pp. 13-14).

El nuevo Modelo Educativo contenía un planteamiento pedagógico que, presumiblemente, era diferente, ya que requirió la reorganización del sistema educativo y de sus políticas públicas y, además, consideraba la participación de autoridades, maestros, padres de familia, alumnos y la sociedad en la educación. Lo anterior estaba pensado justo en considerar a todo tipo de actor interno y externo a la escuela para asegurar el conocimiento de los alumnos. Por ejemplo, con respecto al planteamiento curricular se planteó un perfil de egreso que indica la progresión de lo aprendido desde el ciclo preescolar hasta el de bachillerato (SEP, 2017, pp. 27-28).

Particularmente, se considera que el documento que se denomina Modelo Educativo no es más una serie de recomendaciones pedagógicas simplificadas de lo que llaman constructivismo y que responden a un conjunto de enunciados llamados competencias, las cuales, conjugadas, esperan constituirse en los aprendizajes de los alumnos, para que, después, le sirvan al ciudadano promedio para desempeñarse como obrero que responda a las grandes empresas que dominan el capital económico. Es así, como la escuela, es vista como una empresa que produce mano de obra y el conocimiento que, al estar en ella, debería tenerlo un alumno y, todo lo anterior, se traduce en la reproducción de simples procedimientos técnicos, limitando la capacidad de pensamiento de quienes acuden a la escuela.

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